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EXPOSICIONES TEMPORALES

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JUAN DE SANDE

24/04/2008 - 12/06/2008
Producciones Propias

Lo que los ojos (no) ven

Malos testigos_

"...Quizá lo que los ojos transmitían no era cierto. Después de todo, Parménides, el filósofo de Elea, habían insistido en que no había cambio ni movimiento en el mundo, aunque todos vieran lo contrario. Esto significa que la experiencia sensorial era una ilusión engañosa. Parménides exigía una definida distinción entre la percepción y el razonamiento, pues al razonamiento había que recurri para la corrección de los sentidos y el establecimiento de la verdad.

Por su parte, Demócrito había enseñado que como la miel les sabía amarga a los unos y dulce a los otros, no había cosas tales como lo amargo y lo dulce de por sí. Las sensaciones de calor y frío o de color existían sólo por convención, mientras que en realidad no había más que átomos y vacío. Lo poco que podía confiarse en los sentidos les sirvió a los sofistas para apoyar su escepticismo filosófico.

Con su personal y singular dicción creativa, en la que, como ya hemos visto anteriormente, los fragmentos se convierten en piezas de un puzzle conceptual que deviene el todo, busca también reflexionar y poner en tela de juicio la aparente fiabilidad de los procesos de representación, así como la ambigüedad de los sistemas perceptivos, creando otra visión de la arquitectura y de los espacios construidos por el hombre; una mirada más contaminada y plural, llena de nuevos significados y potencias perceptuales, menos inocente y edémica; en definitiva, menos "real" y más "artística".

No deja de ser curioso el hecho de que en estas estructuras industriales, en estos edificios deshabitados y abandonados, convertidos en auténticas metáforas del silencio y de una memoria difícilmente recuperable (salvo tal vez con estas estrategias creativas), la ausencia de la huella humana, una huella sugerida e intuida, nunca explícita ni visible, flota y habita, de alguna forma, en estas imágenes. Vendría a ser, paradójicamente, la presencia de una ausencia. En realidad nada extraño, habida cuenta la alta temperatura de paradoja y ambigüedad que podemos detectar en ellas...

Pintar con luz

 En "Naturaleza de noche", su otra serie de fotografías, el diálogo -a varias voces- entre lo fragmentario, la parte, y lo unitario, la totalidad, deja también oír sus acentos plurales, sus poliédricas visiones facetadas.

Ahora, no ejecuta varias tomas ( a veces pienso que el objetivo de una cámara a punto de "disparar", bien podría parecer el cañon de un fusil...), sino una única mirada que se prolonga en el tiempo -de exposición- entre dos y cuatro horas, según las especiales características del sujeto fotografiado, que ene ste caso no es sino la propia naturaleza, el rostro múltiple del paisaje.

"Pretendo fragmentar la realidad -nos dice-. Localizo el paisaje durante el día, coloco la cámara y encuadro a última hora de la tarde, y cuando la noche ha caído, sobre negro, comienzo a recorrer el cuadro con una serie de focos autónomos, iluminando desde todos los ángulos posibles, todos los elementos del paisaje fotografiado (...). Hay algo de utópico en estas imágenes, tratar de tener un cierto control sobre lo que de por sí es incontrolable, la naturaleza...".

Hay mucho de escenográfico ene estas visiones de la naturaleza, tal como el propio Juan de Sande nos revela con una suerte de guiño cómplice. Escenarios naturales que por el arte de magia, de la magia de la luz, se convierten en escenarios casi teatrales.

Una luz que enciende e incendia estas fotografías con el color y el calor de sus rayos, convirtiéndolas en energía, concepto y símbolo. Sin luz no hay visión. Tautología casi innecesaria de recordar. Pero se me ocurre que quizá sí deberíamos sugerir que con con diferentes luces podemos alumbrar diferentes visiones...Las que nuestro artista trata de arrojar sobre los volubles rasgos de una naturaleza sorprendida, cautiva y cautivada.

Esa misma materia que haría a James Turrell, auténtico místico de la luz, sentirla como verdadero alimento "We are Light eaters. We drink Light as vitamin D". Comida, bebida y complejo vitamínico con el que Sande construye, o por decirlo de otro modo, "pinta" esa(s) naturaleza(s).

Un verbo que obviamente empleo con toda su intención, desde el momento en que él -gran apasionado de la pintura- emplea los focos de luz como energéticos, radiantes y calientes pinceles. Algo así como si sus amados Rembrant y Caravaggio se nos aparecieran armados de cámaras fotográficas, flashes y fotómetros...

Fragmentos extraídos del texto de Francisco Carpio

 

 

 

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