Terraza del Museo Hidráulico - el edificio
Los molinos han sufrido numerosos cambios desde 1808. Los más destacados fueron la construcción de casas sobre ellos y los cambios en su maquinaria.
Estuvieron en funcionamiento hasta mediados del siglo XX.
En 1989, el proyecto del arquitecto Juan Navarro Baldeweg se basó en la vuelta al aspecto más genuino y antiguo de los molinos. Se garantizaba la conservación del edificio y las piezas de los mecanismos.
El edificio rehabilitado, convertido en museo hidráulico denominado "Los molinos del río Segura" está incluido entre los diez mejores de la década de los ochenta en España.
Actualmente, si los observamos desde el exterior, no vemos toda su estructura debido a que está anegada. El agua cubre el azud por completo y prácticamente la primera planta de los molinos.
El entorno, desde 1808, también se ha modificado: el ensanche del puente de los Peligros, los nuevos muros, los paseos por las orillas y un monumento a la Sardina acompañan en esta nueva etapa a Los molinos del río Segura.
Fue muy importante para Murcia disponer de esta tecnología para aportar riqueza y así contribuir a su crecimiento y prosperidad; también existián otros molinos en la ciudad y en la huerta mucho más pequeños; todavía se puede apreciar las ruinas de dos de ellos debajo de la pasarela Manterola, el de San Francisco y el de los Álamos, alimentados por el Segura. Al final del Paseo del Malecón, junto a la carretera de La Ñora, en los límites entre La Arboleja y La Albatalía, se encuentra el Molino del Amor, sobre la Acequia Mayor de la La Aljufía. Conservarlos y estudiarlos es fundamental para comprender nuestra historia.